AUTOPRODUCCION DE SEMILLAS EN LA HUERTA .
¿Por qué producir semillas en la huerta?
Las semillas que son utilizadas en la siembra de la huerta, se obtienen
habitualmente a través de su compra en el mercado, lo que significa un
costo mayor para los agricultores. Es importante considerar que la canti-
dad de semillas necesarias para producir hortalizas en la huerta es peque-
ña, así como tampoco se necesitan espacios físicos especiales, entonces
producirlas no significa grandes inversiones sino solo el trabajo. Además
de los pocos requerimientos que son necesarios, existen otras razones por
las cuales se deberían producir semillas en la huerta familiar:
• Porque genera un beneficio social a la familia campesina.
• Permite obtener semillas de variedades introducidas, adaptadas o
locales que presenten resistencia a plagas y enfermedades, a las
condiciones climáticas adversas y adaptabilidad al tipo de suelo.
• Las variedades locales muchas veces son las que más prefieren
por su gusto. Forman parte de la cultura o hábitos alimenticios
de los agricultores, pero no pueden ser compradas porque no
son vendidas en el mercado.
• Fomentar y aprovechar el trabajo familiar.
• Ahorrar el dinero que significa comprar semillas para cada siem-
bra que se realice en la huerta.
• Permite producir semillas sólo en las cantidades necesarias por
parte de los agricultores.
Factores a los que apunta la auto-obtención
de semillas
Biodiversidad: Seleccionar y potenciar variedades locales que
han sido probadas o desarrolladas por institutos nacionales de
investigación y que posean características de adaptación al lugar
en cuestión.
- Los últimos años están marcados por la incorporación de varie-
dades híbridos de alto rendimiento y calidad, lo que provoca
el monocultivo aunque se han obtenido ventajas en el área de
resistencia a plagas y enfermedades. El problema más grande
corresponde a la dependencia por parte del agricultor hacia estas
semillas.
Reducción de costos: La producción de semillas es siempre
rentable debido al mínimo costo que significa tener una superfi-
cie con algunas plantas destinadas a esa función.
- Si bien no en todos los casos producir semillas es más económi-
co
que comprarlas (depende de la especie), esta producción per-
mitiría la obtención de aquellas semillas difíciles de conseguir
en el
mercado.
- Reducir los costos que se generan al comprar semillas para
cada siembra.
- Producir semillas de aquellas especies menos comerciales y por
ende más caras. Algunas de estas inclusive pueden propagarse
vegetativamente por esqueje, como es el caso del berro.
Pérdida de variedades vegetales: Año a año se registran
grandes disminuciones en lo que a variedades vegetales se
refiere.
- Ha desaparecido el 80% de las variedades vegetales locales
que existían en Estados Unidos desde 1902.
Autogestión: Genera la participación familiar o comunitaria, in-
volucrando de manera más completa al productor y sus familias
con sus huertas, aumentando la sensibilidad y el aprecio por el
trabajo en equipo y sus frutos.
- Balancear a nivel local la producción de semillas frente a la
producción o importación por parte de las compañías. Esto
reduce al productor a la obtención de muy pocas variedades y
la imposibilidad de negociar precios.
- En caso de generar excedentes, la comercialización de estas
semillas podría significar una fuente de ingreso monetario para
las familias a través de un servicio que presta beneficios a la
comunidad.
Renovación del vigor y de la calidad genética de las
semillas: para evitar inconvenientes que ocurren cuando se
han usado de manera consecutiva semillas obtenidas a partir
de la autoproducción es necesario que cada cierto tiempo, se
renueve la fuente de las semillas adquiriéndolas en instituciones
nacionales o en empresas que provean fuentes confiables que
garanticen la pureza genética y la ausencia de enfermedades
de las semillas.
¿Cómo producir semillas en la huerta?
Se debe disponer, en lo posible, de un espacio reducido y aislado den-
tro de la huerta para producir semillas. Como habitualmente se realiza y
recomienda, se deben dejar algunas plantas que sean representativas de
la variedad, es decir, que presenten características claras (rendimiento,
color, tamaño) asociados a esa especie y que presenten un alto grado de
sanidad. Estas plantas deben ser cultivadas hasta que maduren, florezcan
y fructifiquen para obtener semilla.
¿Qué se debe tener en cuenta al momento de
producir semillas?
Dado que no todas las especies producen la misma cantidad de semillas
e incluso existen diferencias entre variedades de una misma especie. Este
manual entrega una idea general respecto a la productividad de semillas
por planta o por fruto en las distintas especies hortícolas. Debido a lo
anterior se aconseja dejar florecer y/o fructificar un grupo de plantas de
cada especie que esté cultivando para saber cuántas semillas produce
aproximadamente por fruto y por planta, de esta forma será más fácil en
el futuro saber cuántas plantas necesitará destinar para la producción de
semilla.
Si desea producir semillas de más de
una variedad por especie intente no
hacerlo al mismo tiempo, ya que de
esta forma no será necesario aislar las
plantas (para que no exista cruzamiento
de especies que presenten polinización
cruzada). En el caso que quiera tener
más de una variedad por especie a la
vez (Ej: dos tipos de tomates distintos)
considere hacer cultivos separados por
variedad. Establecer barreras o realizar
cruzamientos manuales.
Existen algunos elementos que podrían ser de gran utilidad en la labor
de aislamiento, como son los túneles o cajas. Estos corresponden a una
estructura que tiene por función encerrar las plantas que fueron destina-
das para la producción de semilla, con plástico o mallas anti insectos y
algunas varas de coligüe o palos de madera flexible. El objetivo principal
es que no exista cruzamiento entre variedades de una misma especie, de
esta forma se podrían conservar las características de aquellas plantas de
una región (variedades locales).
En el caso de querer tener un espacio específico dentro de su huerta des-
tinado a la producción de semilla, podría usar el sistema de túneles para
encerrar una planta de cada especie o bien usar un cerco para aislar las
plantas de aquellas que están destinadas para consumo.
Hay que tener en cuenta que la calidad de la semilla depende directamente
del cuidado que se le dé a las plantas destinadas a su producción, es por
esto que es necesario asegurar que las plantas crezcan en forma vigorosa y
sana, realizando los manejos del cultivo según sus requerimientos.
A continuación se mencionarán los puntos claves
para la producción artesanal de semillas. Tratare-
mos brevemente los conceptos técnicos relacionados
con manejo integrado de cultivos para la producción
de semillas, polinización, fotoperiodismo, vernaliza-
ción, protección/aislamiento, características del sue-
lo, nutrición vegetal y riego/desmalezado.
1. Manejo de cultivos hortícolas para la
producción de semilla
Los cuidados que se entreguen al cultivo, influirán directamente en la cali-
dad del producto final, es decir, las semillas.
Los factores que deben ser considerados son:
El suelo para plantas hortícolas
El suelo es de gran importancia en la producción de semillas ya que corres-
ponde al medio físico donde se asientan las plantas. Así como también es
el sistema del que las raíces de las plantas absorben el agua y elementos
minerales para su desarrollo.
Algunas de las características del suelo que deben ser consideradas son:
• Textura: Es la propiedad física del suelo que se refiere al tamaño de las
partículas que lo constituyen. Según lo anterior, existirían suelos de tipo
arenoso, limoso y arcilloso; así como todas las combinaciones existentes
entre ellos.
• Estructura: Es la propiedad física que se refiere al modo en que se agru-
pan las partículas del suelo. Estas asociaciones de las partículas pueden
formar agregados, terrones. De la estructura depende la cantidad y ta-
maño de los poros que se forman en el suelo y con esto el volumen aire
que se encuentra en ellos.
Elección del terreno
La elección del terreno debe ser realizado en base a sus características.
Los suelos de textura franca son los mejores para la producción de semi-
lla, con buena capacidad de retención de agua, buen drenaje y con una
profundidad superior a los 60 cm. Por otra parte tener cuidado con suelos
que presenten altos índices de salinidad y/o pH, ya que existen algunos
cultivos hortícolas que presentan una alta sensibilidad a esta, pudiendo ir
en desmedro de la calidad y rendimiento. En el caso que su única opción
posible sea usar suelo salino, realice lavados del mismo formando bateas
y llenándolas de agua. También es necesario considerar la acidez del suelo
lo que puede ser conocido mediante la medición de su pH. Las hortalizas
en general se desarrollan en un amplio rango de pH, siendo lo óptimo en
suelos con pH neutro (valor 7)
Preparación terreno
Es necesario realizar un buen trabajo del suelo previo al establecimiento del
cultivo. Y se recomienda aprovechar esta instancia para incorporar materia
orgánica para mejorar las condiciones del suelo. Cerciórese de retirar las
piedras y restos de malezas presentes en el lugar
Algunos de los elementos que debe tener un buen suelo para la produc-
ción de hortalizas corresponden a:
• Debe estar bien mullido y profundo de acuerdo al tamaño que alcan-
zan las raíces.
• Debe tener consistencia media y no excesivamente compacta.
• Con buena capacidad de retención humedad y excelente drenaje y
buena aireación.
• Rico en nutrientes, tanto en materia orgánica (3-5%) como en minera-
les.
• Es necesario nivelar el suelo, eliminar piedras y garantizar el buen dre-
naje realizando las obras necesarias.
• Eliminar la vegetación no deseada presente. (malezas)
• En suelos pesados y arcillosos, un aporte de arena de río o gravilla
ligera mejorará el drenaje y la aireación.
• En suelos ligeros y arenosos se aconseja un gran aporte de materia
orgánica mediante guano, abono verde o compost y turba.
Época de implantación del cultivo
La época de siembra o de plantación debe corresponder a la que mejor se
adecue la variedad, con el objeto de lograr el mejor desarrollo de las plan-
tas y así optar al rendimiento potencial del cultivo. Para mayor información
acerca de la fecha de siembra de las especies (Anexo 3).
Para cultivos anuales cuya parte comestible sean los frutos de los mismos
(tomates, zapallo, berenjena), la época de siembra coincide con la época
de producción para consumo.
Para cultivos bienales cuya parte comestible no son frutos sino bulbos o
raíces (cebolla, zanahoria), se pueden realizar 2 esquemas de producción:
El método semilla a semilla, donde la época de siembra debe ser realizada
a fines de verano para que las plantas alcancen cierto crecimiento antes de
que llegue el invierno. Y el método semilla-bulbo-semilla que coincide con
las épocas de siembra para consumo.
Densidad de plantación
Dependerá del sistema de cultivo. Para asegurar una buena semilla se
aconseja trabajar con la densidad óptima de la especie con el objeto de
mantener una buena relación entre la cantidad o rendimiento y la calidad
de la semilla cosechada. (4)
Se debe procurar concentrar la maduración favoreciendo la cosecha, dis-
minuir la aparición de malezas, facilitar la elección de las plantas que cum-
plan con los requisitos necesarios y así favorecer las labores de control de
plagas y enfermedades.
4 Para obtener mayor información visite las paginas 252 a 269 en la dirección:
http://www.rlc.fao.org/es/agricultura/aup/huerta/portada.pdf
Nutrición de las plantas para la producción de semillas
hortícolas
La nutrición de las plantas de la huerta es siempre importante, pero esto
adquiere aun mayor importancia cuando se trata de plantas que están des-
tinadas a producir las semillas para cultivar hortalizas y frutas en la huerta.
Recuerde que la calidad de la semilla que se puede obtener está muy rela-
cionada con el cuidado que se le da a la planta que la produce.
La fertilización depende principalmente del tipo de suelo, así como tam-
bién de la zona y la especie. Se recomienda hacer ensayos dentro de cada
área de producción para obtener mayor información de las condiciones
específicas de cada lugar y de esta manera que las aplicaciones sean más
eficientes. El manejo de los residuos de la cosecha previa comprende la
incorporación de los rastrojos vegetales libres de plagas o enfermedades,
con suficiente anterioridad para asegurar su descomposición.
Hay nutrientes que juegan un rol
muy importante durante todo el pe-
ríodo de desarrollo de las plantas,
los cuales son requeridos en altas
cantidades y que reciben el nombre
de macronutrientes. Este es el caso
del nitrógeno, fósforo y pota-
sio.
Nitrógeno:
Dentro de los macronutrientes, el nitrógeno es el que posee una mayor
incidencia en el crecimiento de las plantas, lo que repercute directamente
en el rendimiento de éstas.
Algunos síntomas de deficiencia de nitrógeno son:
• Crecimiento lento, plantas atrofiadas y falta de vigor.
• Coloración de las hojas verde amarillento o clorosis.
• La punta y los márgenes de las hojas se ponen de color café eviden-
ciándose esto en las hojas maduras.
En cuanto a este nutriente, se debe tener presente que:
• Debe ser dosificado según los requerimientos de la especie.
• Debe ser proporcionado mediante el fertilizante que mejor se adapte a
la época de cultivo y a los recursos económicos del agricultor.
• Debe ser parcializado durante el cultivo para lograr el mayor efecto en
las plantas.
• Debe evitar la aplicación de dosis mayores a las indicadas, porque per-
derá parte de los nutrientes en la profundidad del suelo y porque existe
la posibilidad de contaminar fuentes de agua subterránea.
Fósforo:
El fósforo es el segundo nutriente en importancia para el crecimiento y
desarrollo de las plantas. Es considerado como un elemento de escasa
movilidad en el suelo, por lo cual debe ser aplicado en forma localizada
antes de sembrar o plantar.
Sintomatología de la deficiencia de fósforo:
• Crecimiento lento, plantas pequeñas.
• Coloración púrpura o rojiza en el follaje.
• Hojas de color verde oscura con puntas muertas.
• Madurez retardada.
• Poco desarrollo de granos, frutos y/o semillas.
Potasio:
El potasio es el tercer macro nutriente necesario para tener un buen desa-
rrollo de las plantas, estando relacionado con una serie de funciones den-
tro de las plantas, las cuales terminan repercutiendo directamente sobre el
tamaño y calidad de frutos y granos.
Sintomatología de deficiencia de potasio:
• Necrosis o muerte de tejidos, coloración café como quemaduras en
las puntas y márgenes, comenzando por las hojas maduras.
• Tallos débiles.
• Frutos pequeños o semillas arrugadas.
• Crecimiento lento.
Cumple un papel importante en la floración, por ende, incide directamente
en la formación de la semilla. Al igual que en el caso del fósforo, se acon-
seja realizar una aplicación previo a la siembra o plantación.
Condiciones climáticas
Puede influir tanto en el rendimiento como en la calidad. Para la producción
de semilla, si bien es posible realizarla en cualquier sitio, se recomiendan
terrenos en zonas de clima seco, preferentemente sin lluvias ni vientos fuer-
tes en periodo de cosecha. La humedad relativa baja genera rendimientos
altos y mejor calidad de la semilla.
Selección de plantas
A la cosecha se deben elegir sólo aquellas plantas que poseen las carac-
terísticas propias de la variedad que se pretende multiplicar con excelentes
condiciones sanitarias. Para ello se deben eliminar aquellas plantas que
están fuera del tipo o presenten sintomatología de problemas fitosanitarios
que puedan ser transmitidos a través de la semilla. El momento más apro-
piado para realizar esta selección dependerá principalmente de la especie,
pero en general se usa como criterio el momento en que son fácilmente
identificables las anomalías. En hortalizas de fruto por lo general se realiza
en el periodo de floración, cuaje de los frutos y maduración de estos. En
las hortalizas de hoja, en el momento de madurez comercial y en aquellas
en que la estructura de valor comercial corresponde a órganos subterrá-
neos (cebolla, zanahoria, rábano) la selección se realiza en el periodo de
poscosecha.
Riego
En suelos con características arenosas se recomienda realizar riegos frecuen-
tes con poca agua. Por el contrario, en suelos arcillosos se deben hacer riegos
menos frecuentes pero con más agua. Los sistemas de riego más apropiados
son por surco y por goteo, el sistema de aspersión no es una muy buena op-
ción por que genera condiciones de humedad permanente que favorecen la
aparición de enfermedades causadas por hongos y bacterias.
Una vez sembradas las semillas, se
debe dar un riego con una rega-
dera o ducha de agujero fino dan-
do un ligero movimiento para que
no se produzcan desplazamientos
de las semillas. Los riegos deben
ser frecuentes y con poca cantidad
de agua impidiendo que por cual-
quier causa se seque el sustrato ya
que se interrumpiría el proceso de
germinación, siendo inútil el traba-
jo realizado.
La frecuencia de los riegos también debe ser relacio-
nada con las condiciones climáticas que imperan en el
momento en que se está desarrollando el cultivo.
Condiciones de alta temperatura y baja humedad
conllevan a regar más seguido por la mayor evapo-
transpiración que existe en ese instante.
Otro aspecto, es la demanda de agua por parte del
cultivo, para lo que se debe considerar la especie y el
estado fenológico del cultivo. Esto significa que entre
más pequeña sea la planta, menos agua demandaría
mientras que lo inverso sucederá al presentar un ma-
yor desarrollo el cultivo.
Hacia la floración y fructificación de las plantas, se
necesitará de una mayor disponibilidad de agua en
el suelo, por lo que no puede existir un estrés hídrico
bajo ningún punto de vista.
Control de malezas
Este punto merece especial consideración debido a que las malezas pue-
den afectar directamente o indirectamente sobre la producción de semilla
de los cultivos.
El daño directo corresponde a la disminución de rendimiento debido a la
competencia que se genera entre las plantas destinadas a semilla y las ma-
lezas por los recursos (agua, luz, nutrientes) que se encuentran disponibles
para un buen desarrollo de las hortalizas. Muchos de los cultivos no pueden
competir en etapas iniciales, por lo que de recomienda antes de la siembra
trasplante eliminar a fondo las malezas. Otro problema es la liberación de
compuestos dañinos para el cultivo (alelopatía)
El daño indirecto se produce al mezclarse las semillas del cultivo y de las
malezas lo que obliga a una limpieza y separación. Las especies más sus-
ceptibles a esta contaminación son las semillas pequeñas como es el caso
de lechuga, zanahoria, cebolla, repollo, rábano y cilantro. Esta complica-
ción se agrava si el peso, forma y diámetro de la semilla de la maleza es
muy semejante a la del cultivo, ya que esto dificulta una separación óptima
bajo sistema de zarandas, cribas o venteado.
Otro problema indirecto corres-
ponde a que las malezas actúan
como hospederos alternantes de
plagas y/o enfermedades, que
pueden ser transmitidas a los cul-
tivos, causando daños sanitarios
en estos, disminuyendo la capa-
cidad productiva de la planta.
Cosecha
Las altas temperaturas, el bajo contenido de agua en el suelo y la baja
humedad relativa aceleran el proceso de maduración de las semillas. No
existe un criterio unificado como el índice de cosecha para todas las horta-
lizas, debido al hábito de crecimiento y a las particularidades del cultivo en
cuestión. Uno de los parámetros usados habitualmente es el contenido de
humedad, así como también las características que se aprecian visualmente
como: emisión de inflorescencia, fruto seco, etc.
Características biológicas de la especie a multiplicar
Se debe analizar los requerimientos específicos de luz, largo del día y
temperatura que son necesarios para una óptima floración. A través de las
condiciones climáticas particulares de la localidad en la que se está esta-
blecido, se podrá determinar el éxito del cultivo, lo que debe ser relaciona-
do con la época de cultivo.
Rotación de cultivos
Esta actividad consiste en intercalar los cultivos periódicamente, es decir, no
producir la misma especie o plantas con características similares continua-
mente en el mismo lugar.
Ejemplo: Si habitualmente usted cultiva las sandías en un extremo de
la huerta, la próxima vez que vaya a cultivarlas intente cambiar de lugar,
como por ejemplo en el otro extremo de la huerta y en ese lugar siembre
alguna hortaliza o fruta que no pertenezca a la misma familia o de carac-
terísticas distintas como por ejemplo tomate.
La rotación juega un rol muy importante en el tema fitosanitario, ya que
evita la proliferación de patógenos y enfermedades que se transmiten por
semilla, además de un mejor aprovechamiento de la fertilidad de suelo
como un mejor control de malezas.
Semilla madre a utilizar: Para efectos de calidad y rendimiento, es ne-
cesario que las semillas que utilizará para producir las plantas madres que
van a generar sus futuras semillas sean de muy buena calidad.
2. Polinización
La polinización se refiere al proceso de transferencia de polen desde los
órganos masculino (estambres) al órgano femenino (estigma) de la flor,
haciendo posible la producción de frutos y semillas. Según el tipo de po-
linización que tengan las plantas, existen especies autógamas, las cuales
presentan auto polinización o alógamas que poseen polinización cruzada.
Para mejorar el cuaje de la floración y por ende tener un efecto benéfico
sobre el rendimiento de la semilla y su calidad, es necesario tener en cuenta
el tipo de polinización que presenta la especie a cultivar. En el caso de las
especies de polinización cruzada por medio de insectos (entomófilas) la
producción de semilla se ve favorecida cuando la polinización es reforzada
a través de la incorporación de colmenas de abejas o moscas, el número
de estas dependerá específicamente de la especie. Se recomienda que la
inclusión de las colmenas al lugar del cultivo sea paulatina, es decir, a me-
dida que vaya avanzando la floración así se evita que los insectos salgan a
buscar polen a otras plantas de cultivos aledaños.
En el caso de las plantas que presentan polinización a través del viento
(anemófilas), en general no se han encontrado aumentos de la cuaja en el
periodo de floración cuando se realizan intervenciones, es por eso que este
tipo de polinización se produce con normalidad y de manera eficiente de
forma natural. Por su parte el aislamiento impide la polinización cruzada
entre cultivos. El aislamiento puede ser realizado espacialmente con barre-
ras (cajas o túneles) o temporalmente sembrando
Tipo de Polinización
• Autopolinización: En este tipo de polinización, las flores de una
especie se polinizan así mismas, el resultado de esta fecundación
corresponde a plantas idénticas a la planta madre.
Ejemplo de especies autó-
gamas: Lechuga, berenje-
na, pimiento, ají, tomate,
habichuela, etc.
• Polinización cruzada: El polen es intercambiado entre flores de
distintas plantas pero que pertenecen a la misma especie. Debido a
lo anterior las semillas que se formen a través de este sistema debe-
rían producir plantas con características de ambas plantas.
Ejemplo de especies alóga-
mas: Col, coliflor, brócoli,
betarraga, cebolla, espinaca,
etc.
Agentes polinizantes
Viento:
Corresponde a la forma más natural de transporte de polen (polinización
anemófila). Los cultivos de polinización abierta pueden aprovechar este
sistema. Para potenciar este sistema, conviene sembrar las especies de
polinización abierta muy próximas entre sí y una vez que hayan florecido y
el polen este maduro para su diseminación, deben ser agitadas.
Insectos:
El insecto polinizador (polinización entomófila) por excelencia corresponde
a las abejas para quienes las flores representan su fuente de alimentación,
momento en el cual se produce el intercambio de polen provenientes de
otras flores ya visitadas.
Mantener estas especies merodeando por nuestro cultivo asegura éxito en
la labor de polinización. Si el número natural de abejas que rodea nues-
tro cultivo es reducido, se aconseja disponer de un panel de abejas. Este
sistema de polinización se ve favorecido con temperaturas cálidas, está
comprobado que las abejas aumentan considerablemente en polinización
cuando trabajan con temperaturas en el rango de los 24 – 35 °C. Por su
parte, este sistema se ve muy desfavorecido los días lluviosos o de hume-
dad relativa alta.
3. Fotoperiodismo
El fotoperiodo corresponde a la respuesta específica que tienen los orga-
nismos a la duración del día o la noche. La duración y la periodicidad de
estas condiciones tienen un efecto directo sobre el proceso de germina-
ción, el crecimiento y la floración. Debido a lo anterior, se puede inferir
que el fotoperiodismo influye en la floración, debido a que las condicio-
nes pueden ser pre-disponentes o contradictorias para que este proceso
ocurra de manera óptima. Se debe considerar este factor al momento de
seleccionar las variedades con la que se va a trabajar para potenciar el
desarrollo de variedades que presenten adaptabilidad a la localidad, pro-
curando una semilla de muy buena calidad. El desarrollo de las plantas se
puede ver beneficiado o no, dependiendo de la cantidad de horas de luz
que haya recibido.
En base al fotoperiodo se pueden clasificar las especies en:
Plantas de día corto: Son aquellas especies que florecen solo con un
periodo de luz menor que un tiempo crítico determinado. Por lo general se
usa como referencia, condiciones de luz menor a las 14 horas por día. Por
lo general estas plantas florecen a comienzos de primavera o en el otoño,
donde la duración de la noche es mayor que la duración del día.
Plantas de día neutro: También se les denomina de día intermedio.
Son especies que no tienen necesidades específicas de duración del día
por lo tanto florecen independientemente de la duración del día.
Plantas de día largo: Son aquellas especies que florecen cuando las
horas de luz exceden el periodo crítico, es decir, cuando los estímulos de
luz son mayores a 14 horas al día. Las plantas de día largo florecen ge-
neralmente en el verano, cuando las noches son relativamente cortas y los
días relativamente largos.
4. Vernalización
Existen especies hortícolas que para iniciar floración necesitan previamen-
te haber recibido estímulos de bajas temperaturas. La diferencia entre las
especies radica, en el momento en que le son propicios estos estímulos
de bajas temperaturas. De esta forma, existen especies que florecen en la
primavera o inicio del verano luego de haber recibido un periodo de bajas
temperaturas. Otras especies inician la floración, cuando reciben tempera-
turas bajas en el momento en que la semilla está en proceso de germina-
ción. Un tercer grupo lo forman especies que necesitan haber alcanzado
cierto desarrollo previo, para que estas temperaturas estimulen el inicio de
la floración.
El rango óptimo de vernalización corresponde a la acumulación de tempe-
raturas que están entre los 6-10 °C, esta condición es para la mayoría de
las hortalizas, aunque pueden existir rangos de temperaturas más amplios
en algunas de ellas.
Si las condiciones de frío son interrumpidas se puede inducir la ocurrencia
del fenómeno de desvernalización, es decir, pérdida parcial o absoluta de
la vernalización pudiendo provocar que no se exprese la floración en las
plantas.
5. Protección - Aislamiento
El aislamiento corresponde a la práctica de separar o distanciar las plantas
seleccionadas para la producción de semilla de todo foco de contamina-
ción genética y fitosanitaria durante el periodo de crecimiento, sobre todo
para conservar la pureza genética y la sanidad de la variedad.
Se usan sistemas de protección, que en primera instancia tienen como
objetivo aumentar la producción de semillas. El aislamiento evita:
• La polinización entre distintas variedades alógamas.
• La propagación de enfermedades.
• E impide el movimiento o arrastre de suelo generado por el viento
que pueda afectar a una óptima polinización.
Para producir semilla pura se debe evitar la polinización natural a la que
están expuestas las especies alógamas (polinización cruzada) e impedir
cualquier mezcla mecánica al momento de la recolección.
Tipos de aislamiento
Aislamiento en el tiempo: Corresponde al
uso variedades con distinta cantidad de días para
completar su ciclo de desarrollo y no exista super-
posición de floración. (Ej.: Usar dos variedades
que florezcan en diferentes momentos). También se
pueden realizar siembras en diferentes momentos,
siempre que el ciclo alcance.
Aislamiento físico: En este tipo de aislamiento
las plantas son distanciadas unos metros para im-
pedir que se polinicen entre ellas.
Aislamiento a través de barrera: Especial-
mente usado en cultivos que presentan poliniza-
ción entomófila. Se pueden usar barreras naturales
como por ejemplo cultivos más altos como el maíz
o la construcción de túneles como barreras artificiales.
Embolsado: Este método es recomendable para
especies que se autopolinizan. Sirve para evitar el
cruzamiento de variedades o especies muy cerca-
nas. Con una bolsa plástica o de papel envuelva
la flor(es)de la planta, de esta forma se garantizará
la pureza genética protegerá ésta(s) para que no se
polinicen con otras especies.
Aislamiento físico: En este tipo de aislamiento
las plantas son distanciadas unos metros para im-
pedir que se polinicen entre ellas.
Aislamiento a través de barrera: Especial-
mente usado en cultivos que presentan poliniza-
ción entomófila. Se pueden usar barreras naturales
como por ejemplo cultivos más altos como el maíz
o la construcción de túneles como barreras artificia-
les. Para tener información más detallada respecto
del aislamiento necesario para cada una de las hor-
talizas ver fichas de cultivos (Capítulo 3).
Alógamas o polinización
cruzada:
La separación debe ser entre 200
-1600 metros.
Recomendaciones
• Recuerde que las huertas familiares no son muy extensas por lo que
prefiera los aislamientos de tiempo por sobre los físicos para evitar
la pérdida de espacio que podría ser aprovechado en el cultivo de
otra planta.
Ejemplo: Si desea cultivar dos variedades de tomate, no las cultive
al mismo tiempo, cultive una variedad primero y a la siguiente siem-
bra cultive la otra. De esta forma evitará que se crucen y no será
necesario fabricar túneles ni aislar las plantas.
• Planifique rotaciones de cultivos tomando en cuenta las especies que
son de polinización cruzada y que podrían significarle inconvenientes
por cruzamientos.
• Es posible trabajar con una variedad por especie a la vez. Considere
manejos como polinización manual o embolsado de flores para evi-
tar así la contaminación con polen de otras variedades. Esta práctica
es recomendable utilizarla en algunas especies que le son de mucho
interés o en las que quisiera un alto grado de pureza varietal.
• Una práctica que pueden realizar es acordar con otras familias o
huertas y dividirse las variedades para producir las semillas. Así, usted
puede multiplicar una variedad y su vecino otra, y luego intercambiar
las semillas.
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